Si bien ya estoy de vuelta en los madriles, no estoy de vuelta del todo. He de recuperarme de jet-lags, mal sueño y golpes anímicos (además de poner numerosas lavadoras), pero me gustaría analizar un texto que citó la pasada semana "FreeDarko". Mientras el mundo entero se muerde las uñas pensando en un acuerdo entre demócratas y republicanos para paliar la crisis, Atticus Van Zandt (parte del equipo de "The Bastard Sons of Virgil Caine") se ha marcado una visión de como la NBA ha sabido torear a la recesión de la mano de los Knicks, el equipo al que más se ha criticado en lo referente a la gestión monetaria. Isiah Thomas, atacado por la prensa norteamericana, salvó a la Liga de la bancarrota con sus operaciones, adquiriendo contratos altos y fichajes del club de "se dejaba llevar".
Las franquicias NBA toman el papel de todas esas entidades que ahora mismo están entrando en una complicada fase de reajuste. Voy a citar un par de párrafos del texto que apoyan esta teoría (lo hago en inglés mas que nada por mantener la ironía):
Cierto es que el trade es la mejor manera de paliar situaciones como estas. Y ejecutivos locos en la NBA hay poquitos: de ahí que Isiah sea la figura clave en todo este proceso, actuando como si fuera el Tesoro norteamericano para solucionar esos "errores del mercado". El caso es que hay diferencias muy amplias entre ambos supuestos: lo de los contratos NBA se puede resolver mucho antes que todo el tema de las hipotecas basura, un proceso a larguisimo plazo. La otra diferencia es la que de verdad preocupa:
En fin, que esto no es un problema circunstancial: las franquicias mantendrán la política de sueldazos mientras existan jugadores que los valgan. Habrá errores, pero pocos podrán asumirlos; habrá contratazos, pero casi nadie podrá afrontarlos. Y si del otro lado del charco se muerden las uñas, aquí vamos camino de arrancarnos el cuero cabelludo ya.
El original, mucho mas amplio, en "Free Darko".
PD: Estoy trabajando en el análisis español de la crisis. A ver si esta semana lo tengo listo...
Las franquicias NBA toman el papel de todas esas entidades que ahora mismo están entrando en una complicada fase de reajuste. Voy a citar un par de párrafos del texto que apoyan esta teoría (lo hago en inglés mas que nada por mantener la ironía):
"Most NBA fans understand the mechanism through which bad contracts are typically resolved is trade. However, when a large number of franchises are burdened with the same kinds of albatross contracts, trade is suppressed. I can't trade you my Antoine Walker (even if I sweeten it with a David Lee) if you've already got a Big Country Reeves on your payroll. The system breaks down, nobody gets resolution and otherwise healthy franchises whither. To whom do you pay penance when everybody has sinned equally?
In exceptional times of collective mass lapse in decision making– when you can’t take a step back because the guy behind you followed right into the same mistake– resolution is much more complex. You need a central figure to facilitate progress. Sometimes it takes a hero. But just as often, it takes a goat. Someone who’ll not only eat everybody else’s trash, but do it willingly, because that’s what he was made to do. When extrapolated to a larger scenario, that goat takes on an almost messianic quality."
Cierto es que el trade es la mejor manera de paliar situaciones como estas. Y ejecutivos locos en la NBA hay poquitos: de ahí que Isiah sea la figura clave en todo este proceso, actuando como si fuera el Tesoro norteamericano para solucionar esos "errores del mercado". El caso es que hay diferencias muy amplias entre ambos supuestos: lo de los contratos NBA se puede resolver mucho antes que todo el tema de las hipotecas basura, un proceso a larguisimo plazo. La otra diferencia es la que de verdad preocupa:
"Just as the collective greed of the American banker hasn’t increased significantly in time leading up to the credit crunch, neither has the intelligence of the NBA general manager leading up to this time of prosperity in the age of Isiah. There are still going to be marginal players signed to contracts far in excess of the actual value of their ability that will clog payrolls for years to come. The question is, how will the league manage this bad debt in the future? Instead of one huge debt dump, you might see a smaller collection of mini-Knicks spring up to fill the void, but such a four-quarters for a dollar approach would surely lack the efficiency of one central institution. You could even see a slight shift in regulatory controls, such as we have already seen the NBA move toward with the limited contract forgiveness.
However, the role of Isiah may have been little more than an anomaly that helped to prop up a fundamentally untenable system in need of a drastic change to its structure. The Knicks, like the government bailout, may be a disservice by merely delaying the inevitable collapse needed before a real cure can be found. As the Steve Francises of the future accumulate across payrolls, the league will stumble inevitably along to stagnation. Without an Isiah to relieve the pressure, the NBA will be forced into places that would previously be unthinkable. Other leagues have seen such desperate times before, and that’s why NFL players don’t have guaranteed contracts."
En fin, que esto no es un problema circunstancial: las franquicias mantendrán la política de sueldazos mientras existan jugadores que los valgan. Habrá errores, pero pocos podrán asumirlos; habrá contratazos, pero casi nadie podrá afrontarlos. Y si del otro lado del charco se muerden las uñas, aquí vamos camino de arrancarnos el cuero cabelludo ya.
El original, mucho mas amplio, en "Free Darko".
PD: Estoy trabajando en el análisis español de la crisis. A ver si esta semana lo tengo listo...
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