miércoles, 20 de enero de 2010

Tu sitio en la pista



La única diferencia entre algunos profesionales y estos tipos es que ellos trabajan para ganarse la vida...

La noticia pilla desprevenido a mas de uno: Amara Sy ficha por el CB Murcia. El francés (original de Mali) llega para reforzar un puesto que esta temporada ha fallado bastante entre el bajo rendimiento de Roger Powell y el bajo rendimiento (mental) de Vlado Scepanovic. Tanto a Moncho Fernandez como a Edu Torres les había faltado un hombre desequilibrante en ese puesto, y el movimiento del mundo baloncestístico murciano (Caravante, Ortega y Paco Guillem) ha terminado por traer a la ACB al que fuera "campeón mundial de 1vs1", coronandose como vencedor en la edición mundial de Nike Battlegrounds.

Supongo que a nadie pillo desprevenido cuando menciono a Sy o a aquel programa. Creo que la mayoría ha visto, aunque sea de pasada, aquel DVD que regalaba la Revista Oficial NBA: Junie Sanders, Valerio Amoroso, Arron Maxey o los mas conocidos Andre Howard (con años de LEB Oro a sus espaldas) y Pedro Cuesta (lo mismo en Copa Catalunya) son jugadores que a la gente le suenan y que recuerda de vez en cuando al pensar que habrá sido de todos esos jugadores que dominaban la pista cuando eran los únicos que tocaban la bola. Jordi Dominguez dio nota de ello tres años después de la emisión del programa y nos resumió, con una simple retahila de equipos, que había sido de esta gente. Ahora con la llegada de Sy seguro que mas de uno recupera la lista y la actualiza (la noticia mas cercana del grupo es que Howard fue cortado en Mallorca hace dos semanas), sin pararse a pensar en el trasfondo de aquel relato. Ese conjunto de microhistorias que, unidas en una, volvían a enseñarnos como están las cosas y como han estado últimamente.

En el duelo Howard-Amoroso (un 4 rocoso que ha jugado en la Lega), disputado en Philadelphia, se veían a la perfección las dos caras del mundo baloncestístico en el que vivimos: el europeo formado en la técnica y en la táctica, con un buen físico y buenas ideas... y el americano estilizado, nacido en el asfalto y que aporta fuerza y casta en su terreno de juego. Howard se merendó al italiano y minó todavía mas su moral al ridiculizarlo frente a los suyos: el orgullo de la ciudad del amor fraternal crecía con cada canasta y con cada finta en la que caía Amoroso. Al otro lado del charco, sin embargo, el planteamiento era el mismo: Arron Maxey se vio las caras con Sy en un plano dimensional distinto al que pensaba que se encontraría. A este lado del charco también hay playgrounds, también hay gente que se intenta ganar la vida con esto y que va a saltar a morir a la pista.

El caso es que al final del programa, con Sy hablando con Mike Dunleavy Sr. sobre su tryout con los Clippers, nada nos hacía pensar en que aquello tendría un buen final. Sabíamos que cada uno volvería a casa o al equipo menor de turno y que nadie firmaría el contrato de su vida después de sus exhibiciones. Habrá quienes, en un alarde de originalidad, dirán que "lo que nace en el asfalto muere en el asfalto": que las estrellas del playground son mitos locales, que tienen el reconocimiento de los suyos y que ahí se acaba la historia. El caso es que aquí hay un problema limítrofe: esos críticos piensan que todos los hombres del streetball quieren llevar su estilo con ellos y comerse mil posesiones si es necesario con tal de no pasarla. Ahí se equivocan, ahí es donde su planteamiento pierde toda razón de ser.

Decíamos que este era un problema de límites: todo el mundo sabe que, cuando se ha de resolver un conflicto de tierras, las lindes las marca el que mas poder tiene. Las fronteras son desde hace mucho tiempo mas permeables, tanto en el basket como en la vida. Ninguno de estos tíos ha mostrado, en las competiciones que ha disputado, ese pensamiento egoista que se presume al jugador de playground; es mas, aquellos hombres que algún día nos llegaron a maravillar por su control del juego y del balón lo han hecho siempre a las maneras de la calle, con espectáculo y garra. Querer acotar el sitio del jugador de calle a la propia calle nos hubiese evitado ver a gente como Julius Erving, por ejemplo. El sitio del jugador está en la pista, cumpliendo el rol que se le marque desde la banda: da igual de donde venga o hacia donde vaya, si está dentro de su papel tiene su hueco para representarlo y, porque no, para tirar de improvisación si lo ve posible. En lo puro, señores, no hay futuro. Dejemos que los chavales jueguen, vengan de donde vengan.

PD: Que bien nos lo pasamos ayer en el 2de18. Allí estuvimos con Sergio, Andrés, Kevin y Merk hablando de Radio Solobasket, de la web y de mil paridas. Ya está disponible para descarga...

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