jueves, 7 de agosto de 2008

¿Por qué la gallina cruzó el charco? (II)



Tan solo queda un día para que de comienzo la gran cita deportiva del verano. Dos semanas de deporte en vena que marcarán un antes y un después en ciertas disciplinas, entre ellas el baloncesto. Si bien ahora el único follón que hay se vive en el fútbol (por cierto, si queréis entender lo que siente Leo Messi, atentos a esta ingeniosa entrada de Álvaro Martínez en su blog), los demás deportes no tardarán en dar muestras de sus numerosas dificultades.

El caso es que me gustaría hablar de uno de los baloncestos que más sombras trae consigo. Si bien llevamos años siguiendo de cerca la evolución del basket en China (con la explosión de Yao Ming y Yi Jianlian como máximos referentes), todavía quedan huecos en los que no hemos podido o no nos dejan mirar. Algo tan básico como el baloncesto es, todavía, una disciplina en la que los intereses priman por encima de la propia competición.

La CBA, profesionalizada desde 1995, fue protagonista de una de las decisiones mas increíbles de los últimos años. En 2004, la liga decidió expulsar a los Beijing Aoshen Olympians por no ceder a la selección a una de sus mayores figuras, Sun Yue. Este base-escolta de 2,06 y casi 100 kilos (si hijo, si: una bestia parda) se quedó en el dique seco porque el Centro de Gestión Chino del Baloncesto (si en “1984” hubiese baloncesto, sería el nombre de la Federación de Oceanía) dijo que con ellos no se jugaba. Un año después, el equipo se enrolaba en la mítica ABA, con el objetivo de “conseguir que los jugadores estén listos para los Juegos de Pekín”.

Al final, ni una cosa ni la otra: Sun Yue sigue siendo el único jugador de los Olympians que milita en el combinado asiático. El caso es que hay buenos jugadores, pero el CBMC sigue mandando y mucho sobre el baloncesto asiático. Ya este invierno estuvieron buscando jugadores en Estados Unidos (hijos de inmigrantes chinos o chicos con raíces asiáticas) para cubrir el puesto de Yue, que fue marginado por Jonas Kazlauskas, algo incomprensible para un hombre de sus capacidades físicas y que ha mejorado (poco, pero ha mejorado).

Pero de esto se sabrá poco: la competición cogerá carrerilla y nos olvidaremos de estas cosas. Volverá a correrse la cortina del “aquí no ha pasado nada” y santas pascuas. Nadie hablará de que el baloncesto chino sigue estancado (se diga lo que se diga, será el gran fracaso de los anfitriones), pero bueno, todo serán loas y alabanzas a la organización. Lo más cachondo es que aquí se permitirá que la gente esté callada...

PD: Al que quiera más información sobre el baloncesto en China, puede leer una serie de artículos sobre la llegada de la NBA a Asia que firmé esta temporada para "Solobasket".

2 comentarios:

JR Sanchis dijo...

Al final su elección con los Lakers y su comparación con Magic quedará en una mera anécdota.

Matías Castañon dijo...

Hombre, comparar a Sun Yue con Magic Johnson no es para solicitar pena de muerte para el autor de la frase. Directamente es para coserle la boca con hilo de pescar...