Decíamos a principios de octubre que la cosa estaba muy mala. A ritmo de un mix de Flying Lotus os decía que me encontraba al fondo del banquillo, que no había manera de encontrar un trabajo (no un buen trabajo) y que si bien tenía ganas de salir a demostrar mi valía, solamente podía esperar un partido sencillo para tener un par de minutos. Pues bien, llegaron mis Wizards. Q is Back!
Si no hay un cambio radical de última hora, a partir del mes de enero me encargaré de la difusión y la prensa de una empresa para la que, hasta ahora, había trabajado en labores de edición y montaje. ¿Como lo conseguí? A base de tirar: podría haberme extendido en mi anterior labor para cobrar mucho mas, pero terminé el trabajo de dos meses en 20 días. Podría haberlo hecho, en ese ritmo de trabajo, al tun-tun; sin embargo, mantuve la calidad de principio a fin. Todo esto, sin perder en ningún momento el rumbo, sin pensar en que la posibilidad de quedarme estuviera ahí.
Ahora esa posibilidad existe: está ahí porque la calidad, la constancia y el trabajo que me marqué a cada jornada ha sido el esperado. Poco les importa que mi formación en la prensa sea deportiva, porque saben que si me concentro en un tema pongo todo de mi para sacarle jugo. No lo saben, pero este fin de semana ya he desarrollado el plan de comunicación para el proyecto. Dentro de dos semanas, cuando vaya a firmar, estará encima de la mesa: esto no es cosa de un partido. Es lo que tiene la constancia.
En definitiva, que mi vida cambió en menos de dos meses. Y todo ello, sin haber comprado la "Esquire" en la que sale Jorge Sierra. Si alguien la tiene (y se ve bien) que la escanee y me la pase, que ya no la encuentro en los quioscos.
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